La bella durmiente, por John Jimenez
Por John Jimenez| COLOMBIA
La bella durmiente del bosque es un cuento de hadas nacido de la tradición oral y habla sobre la historia de un rey y una reina quienes luego de mucho esfuerzo logran tener una hija, la futura heredera. En honor a ella hacen un grandioso festejo en el que varias hadas y damas son invitadas las cuales mediante encantamientos le otorgan dones positivos. Pero entonces interrumpe un hada a la que no invitaron ya que no había platos suficientes y entonces, ofendida, sentencia que el día que la niña cumpla quince años se pinchará el dedo con un huso de los que se usan para costura y morirá. Pero entonces, una de las hadas invitadas mitiga esa maldición: la princesa se pinchará el dedo con un huso, pero en vez de morir, dormirá un siglo. A pesar de los esfuerzos del rey por prohibir todos los husos del castillo, la princesa al cumplir quince años encuentra una viejecita que estaba tejiendo con un huso, entonces se pincha el dedo y cae en un profundo sueño…
En el siglo XXI la realidad es muy diferente. De hecho, me inspiré para hacer esta columna en un largo vuelo reciente en el que no lograba dormir y la revista de la aerolínea tenía un interesante artículo sobre este tema. Los problemas del sueño se han vuelto una epidemia y según la organización World Sleep Day, afectan al 45% de la población mundial. Es tal la magnitud del problema que en grandes ciudades como Nueva York “la ciudad que nunca duerme”, sus habitantes llegan a pagar por lograr una buena siesta hasta 1 dólar por minuto. Un ejemplo de esta tendencia es YeloSpa que ofrece siestas de 20 hasta los 90 minutos con todas las condiciones para dormir entre música, sonidos y aromaterapia. Incluso ha abierto nuevas sedes en Sao Paulo y San Juan de Puerto Rico. Hay testimonios de personas que cuentan que hacer siestas en el trabajo los ha vuelto más productivos y les ha proporcionado un mejor ánimo.
La higiene del sueño se abre tendencia en 2017. Esta trata sobre cómo evitar la luz blanca de los televisores y de los bombillos antes de dormir, pues está comprobado que afecta el ritmo circadiano alterando el ritmo del sueño. También sobre qué tipo de alimentos se deben consumir por la noche, realizar actividad física unas horas antes y el tipo de discusiones que se deben evitar.
El sueño como tendencia… y como negocio. El mercado del sueño alcanzó en el 2015 un valor de 35 millones de dólares. En un reciente artículo de The New York Times de abril de 2017 se reseña que en uno de los Laboratorios de Medios del MIT, se está investigando sobre los cuentos para dormir… aunque no lo creamos, las nuevas investigaciones se están haciendo con sábanas de mayor peso que dan la sensación de estar envuelto mientras el voluntario escucha grabaciones de cuentos de hadas islandesas con el fin de crear un ambiente propicio e ideal que puede facilitar la conciliación del sueño.
La Universidad de California, el profesor de Neurociencia Matthew P. Walker, director del Laboratorio del Sueño, está trabajando en la estimulación con corriente directa como una opción para estimular el sueño en personas adultas.
Sense es un dispositivo lanzado el año pasado. Esta aplicación analiza cómo duermes y luego te ayuda a hacerlo mejor. Tiene un software que analiza la temperatura, la calidad del aire o el ruido, emite música con propiedades relajantes y estudia los movimientos de la persona en la cama. Por la mañana da un reporte de cómo ha dormido la persona.
Hugo Mercier, en Francia, ingeniero de computación, está investigando el comportamiento de las ondas de sonido sobre el sueño y está desarrollando una banda para usar en la cabeza y que induce a dormir. Ha realizado pruebas iniciales en grupos de 500 personas y estará listo para la venta en el verano de 2017.
Por otro lado, también se ha descubierto que interrumpir el sueño puede curar el sueño interrumpido. Precisamente Ben Olsen de Australia, espera lanzar un dispositivo llamado Thim el cual se usa en un dedo y emite un sonido que despierta a la persona cada 3 minutos por una hora, luego la persona puede conciliar el sueño de forma más fácil.
Este año también vemos productos que ayudan a mejor dormir en el avión y evitar el jet-lag (como el que yo necesitaba cuando empecé a escribir esta columna a 10000 metros de altura). Se trata del “E-Sleeping”, es una almohada anatómica que hace masajes en el cuello y que está diseñada para la silla del avión.
También estamos viendo en el mercado almohadas con diseños especiales que, de paso, ayudan a reducir algunas arrugas y líneas de expresión. En Japón recientemente se lanzaron unos parches fijos para el cuello, que ayudan a quitar las arrugas y anillos de esta área, disminuir la papada y tonificar la piel… todo mientras se duerme. Las sleeping masks que entraron en tendencia hace tres años siguen en crecimiento en varias regiones del mundo.
También hay apps que prometen mejorar el estilo de vida del usuario aumentando su facilidad para conciliar el sueño, su monitorización y creación de un entorno de sonidos favorable como Pzizz, SleepRate, SimplyNoise, Calculadora del Sueño, Sleep Cycle, WakenApp, y Glimmer entre otras.
El día mundial del sueño recién se celebró en marzo de 2017 (www. http://worldsleepday.org/), fue un trendy topic en Twitter y Facebook, según se puede ver en su webpage. El próximo se realizará en marzo 16, 2018.
¿Es el dormir perfecto un sueño? Pasamos la tercera parte de nuestra vida durmiendo y en algún momento nos gustaría que llegara un hada con poderes mágicos y nos diera un encantamiento o poción especial para caer en los brazos de Morfeo y dormir mejor. Como escribió The New York Times en ese reciente artículo: “dormir es la nueva medida del éxito”. Las empresas cosméticas trabajarán en conjunto con empresas de tecnología y neurociencia y se convertirán en las hadas de fantasía que nos ayudarán a dormir más y mejor.